Thursday, October 11, 2001

Definitivamente uno va a pasar por el mundo conociendo a mas de una persona, y por coincidencia dirá la palabra “amigo” mas de unas cuantas veces y por suerte dirá las palabras “grupo de amigos” mas de un par de veces, y por sueños dirá las palabras “mejor amigo” mas de una vez.

Ahora en este mundo insólito e impropio contamos con la posibilidad de encontrar “amigos” a la vuelta de un teclado, al brindar por un feliz día, al abrir y cerrar las puertas (como los ojos), al vender tus temores, al regatear tu alma, al pintar tu felicidad, al cruzar la calle, al encontrar el teléfono... se podría decir que la oportunidad de encontrar “amigos” esta ahí desde que te levantes de la cama y hasta a veces ni necesidad de eso hay.

El mundo incomunicado de nuestra antigüedad se a tornado en un mundo de soledad lleno de comunicaciones o un mundo de comunicaciones lleno de soledades. En este mundo es donde encuentras “amigos” por donde mires. Yo no vengo a encontrar amigos, ni mucho menos a hacer amigos, yo vengo a comprobar que Kundera se ha equivocado, que la amistad existe, por lo menos en pequeñitas dosis y en eternos instantes.

Deimo