Wednesday, August 11, 2004

ME MORIRE EN SOLEDAD (I)

Me moriré de soledad como siempre me lo dijeron los espantapájaros de mis sueños. Como lo repiten los sonidos en el crepúsculo de la noche, como lo mencionan los recuerdos.
Terminar sin sentimientos, sin dí­as, sin nacionalidad, sin reflejos, sin sangre.
Terminar sin ti -Desconocida.
Muerto en soledad.

Deimo

ME MORIRE EN SOLEDAD (II)

Me moriré de soledad
como siempre me lo dijeron
los espantapájaros de mis sueños.
Moriré solo y en soledad
como me lo repiten los sonidos
los mares, los abismos
y el crepúsculo de tu noche.
Moriré de tu ausencia, de tu no-presencia,
de tu vida infinita e interminable
como lo mencionan los recuerdos
inexistentes de nosotros.
Terminaré sin sentimientos,
sin días, sin nacionalidad, sin reflejos,
sin sangre, sin sombra, sin espejo,
sin manos, sin palabras y sin poesía.
Sin ti
sin nada
sin mi
desconocida
-muerto en soledad

Deimo

ME MORIRE EN SOLEDAD (III)

Moriré en soledad
de soledad
de furia
y de mar
Moriré sin sentimiento
sin los sentidos
sin el indomable
sin el exquisito viento
Moriré ateo
sin religión
sin creencias
y sin respeto
Moriré emparamado
de ilusiones
espejismos
y secretos
Moriré, soledad
en vida
de amor
y sin conocerlo

Deimo

ME MORIRE EN SOLEDAD (IV)

Y sigo solo como un espacio silencioso de música inmutante,
de música ciega, de brillos mudos, de signos inentendibles.
Soy uno solo con mi soledad, y en ella es donde encuentro
mi paciencia, mi homicidio, mi relato.
Es ni siquiera el sol el que me detiene donde se detienen
los astros, las luciernagas y las benditas o malditas
o "desgraciadas" golondrinas.
Y ni siquiera ahí paran las vicisitudes.
Donde las palabras se tornan en tonterías,
en repetidas aves de abrumadora paciencia.
Donde la blancura, como mi soledad,
es ilusión de benditos y pacientes como yo.
Ahora que haras bendita, misteriosa, desconocida
que no haces mas que desaparecer y martirizarme
en los sueños.
Déjame en paz! y desaparecete de la faz de mi mente,
de mi cuerpo, de mi alma, de mi vida.
No me tortures de la forma que lo haces
en mi espejismos, en mis sombras.
Te desconozco y muero de soledad
al caminar por ese desconocimiento.
Diera la vida por saber
-con certeza-
que no existes.

Deimo