Thursday, April 11, 2002

ESENCIA

Es la esencia misma que descubre un dia eterno
las calladas y malditas luciernagas de la ciudad.
Es la misma frialdad del bendito luz de rayo
que atraviesa la alcoba, la que desgarra como
pildora somnifera, la que destierra como suspiro,
como puente entre viejas luchas y efimeras
verdades. Y es entonces cuando te miento
como nunca antes, como el viejo mar mata a sus
tormentas. Como te extranio.

Donde no me haces falta te extranio y te necesito.
Y por supuesto que no comprendes estos por menores
de porvenires. Estos pasar de pasos y de huellas
de fracasos y de farsas. De palabras tontas,
de las estupideces de siempre, de las notas
de cotidianidad que relampaguean donde otros
huyen, donde otros lloran y gritan. Donde yo
te vuelvo a mentir para sentirme mejor, para
que te sienta confortable con tu vida, para que
no sufra en un principio, y en el final solo me
dejes con mis suenios. Porque en el final te hare
danio, como me hago danio todos los dias al
pensarte.

Deimo