SIN PREJUICIO
Y cuando te digo que me ames sin prudencia ni prejuicio, te pido que me ames simplemente. Solo amame sin ojos, ni vientre, ni sombras. Solo amame en sombras, en humedo y en vertientes. Amame en pleniluvios y en disonantes. Amame, sencillamente amame sin piedad.
Y cuando digo que me ames, solo te pido que lo hagas con la mas profunda verdad. Sin exageraciones. Ni faltantes.
Deimo